24 septiembre, 2008

La problemática generada por el centro comercial Tamarana

El Centro comercial Tamarana se encuentra en el barrio de Lomo los frailes (Tamaraceite, Las Palmas de Gran Canaria), ubicado entre la Avenida César Manrique y la calle Acuarelista Elías Marrero. La construcción de este ha traído consigo bastantes problemas. A continuación se habla de ellos.


La obra: problemas derivados y negligencias
Esta área comercial cerrada es producto de unas obras que duraron 7 años. Durante el desarrollo de las mismas, la polvareda constante y el ruido continuo a lo largo del día crearon un gran malestar en los vecinos, que se justificaba más por la duración de la propia obra que por los hechos en sí. Durante los 7 años, se puede decir de forma clara y segura que los vecinos estuvimos desprotegidos en todo momento por parte del ayuntamiento, y lo único que pudimos hacer para que trajeran una cuba de agua (para no levantar polvo) y para que no trabajaran fuera del horario establecido fue llamar a la policía, cosa que hacíamos casi todos los días.
Hechos que incomodaron especialmente a los vecinos fueron el corte de la calle durante 9 meses seguidos, de cara al tráfico rodado, que aparcaran delante de la puerta de garaje (en varias ocasiones) y que rompieran y construyeran hasta 4 veces el mismo trozo de acera (que se encuentra frente al bloque de viviendas).
Para denunciar la situación de estas continuas negligencias, algunos vecinos hemos hecho escritos que se han presentado al ayuntamiento (a través la concejalía de distrito), de los cuales no hemos obtenido ni una sola respuesta del consistorio en estos años.
El último escrito que he redactado (click aquí para acceder) recoge algunas de las irregularidades que en su día se cometieron y denuncia también cosas que pasaron en el momento en que el centro comercial entró en funcionamiento. Asimismo, en dicho escrito exijo una respuesta por parte del ayuntamiento; a día de hoy no he recibido respuesta (el escrito fue remitido 1 de septiembre de 2008).

Funcionamiento del centro comercial
Con la puesta en funcionamiento del centro comercial, lo primero que se hizo fue cambiar el sentido de circulación de la calle sin consultarnos a los vecinos si queríamos o no que eso fuese así. Es lamentable que le den prioridad sobre una cuestión así a los que vienen a lucrarse en vez de a los vecinos, que somos los que vivimos aquí y los que tenemos cada día que entrar y salir de esta calle. Ese cambio de sentido de la circulación hace más incómodo el acceso y salida de la calle.
Pero el hecho más molesto y grave que se viene produciendo desde la puesta en marcha de este centro comercial es la actividad que genera el muelle de carga y descarga (situado a unos 9 metros de las viviendas; indicado en la foto adjunta). Desde las 8 de la mañana hasta las 12 h., la llegada de camiones hace que aumente el nivel de ruido de la zona. A veces, los propios camiones llegan antes de la hora y aparcan, con el motor encendido, para esperar a que abra el muelle de carga y descarga; estos ruidos molestan bastante. Otras veces se generan colas de camiones, los cuales, en ocasiones, se ponen a tocar la pita produciendo con ello un alboroto totalmente innecesario.




Consecuencias

Aparte de lo comentado, una cámara de seguridad situada frente a las casas en el exterior del centro comercial y una escalera (mirar indicación de la foto adjunta) hacen mermar la intimidad y tranquilidad de los vecinos. En el caso de la cámara está claro porqué (podemos estar siendo observados en cualquier momento) y en el caso de la escalera porque sirve como lugar de reunión para jóvenes del barrio por las noches, de manera que a veces se oyen voces hasta las 2 o 3 de la madrugada. Y si ahora añadimos que hay un bingo justo al lado de la escalera, se podrá entender que la presencia de gente (hablando, riendo, gritando, etc…) se produce casi cada noche por la actividad del propio establecimiento.




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