31 octubre, 2009

Segundo pateo: Degollada Becerra - La Goleta

Introducción

El pasado domingo 25 de octubre tuvo lugar el pateo organizado que se desarrolló entre la Degollada Becerra y La Goleta. El itinerario consta de 3 caminos diferentes, mediante los cuales se puede atravesar la Caldera de Tejeda desde su límite Este hasta su límite Sur, pasando por La Culata y el Roque Nublo. El primero de estos caminos es el que conecta la Degollada Becerra con La Culata (realmente, el inicio de este camino está en Cruz de Tejeda, según la información proporcionada por la página web del Ayuntamiento de Tejeda); el segundo conecta La Culata con el Roque Nublo; y el tercero el Roque Nublo con La Goleta.

La actividad fue un éxito, pues el grupo que se formó para participar en la actividad estuvo integrado por 24 personas, aún más numeroso que el del primer pateo, al cual asistieron 15 personas. En este sentido, debo expresar mi satisfacción y a la vez mi agradecimiento a todos los asistentes, tanto del primer pateo como del segundo, por ir, responder como han respondido y aportar muy buen rollo al grupo que les acompañaba.

Foto: Jorge Suárez.

Debido a la cantidad de personas que formaban el grupo, tuve que pedir ayuda a algunas personas para poder dirigirlo.

Primer camino: Degollada Becerra – La Culata

Tras estar todos reunidos en la Degollada, procedí a presentar el itinerario, tras lo cual empezamos a caminar.

Esta primera parte que se desarrolla en bajada internándose en la Caldera de Tejeda rumbo a La Culata la recorrimos en 1 hora, aproximadamente, de manera tranquila y fluida. Al salir de la Degollada Becerra el camino discurre por la ladera sur de la divisoria de la cuenca de Tejeda con la del Guiniguada, ofreciendo unas espectaculares vistas de la Caldera, cosa que pudimos constatar el día del pateo, ya que el cielo estaba completamente despejado. Más adelante, al encontrarnos un cruce, que se coge a la derecha, bajamos por un magnífico empedrado en zigzag que nos hace descender considerablemente de cota, para luego avanzar atravesando los barrancos y bordeando los lomos que nos vamos encontrando. El camino desemboca finalmente en una pista de hormigón que conecta con una carretera asfaltada, la que nos llevará hasta el núcleo de La Culata.

Foto ganadora del concurso de fotografía, 3º puesto.

La Rana y el Roque Nublo. Thomas Lehmann.

Segundo camino: La Culata Roque Nublo

Este fue sin duda el camino más duro de todo el itinerario. Su desarrollo en subida unido al calor que nos brindaba el buen tiempo fueron los factores que determinaron su dureza. Aún así, hay que decir que el camino está en buen estado si bien es verdad que en ciertos tramos hay que tener cuidado para no resbalar y caerse, pues la tierra suelta puede jugarnos una mala pasada. Afortunadamente, a nosotros nos fue bien en este sentido.

Al igual que el primer camino, este también ofrece vistas interesantes durante casi todo su recorrido, pues el desnivel que se salva al principio es bastante grande y permite tener buenas vistas de La Culata. Más adelante, llegando a la encrucijada del Nublo (serie de caminos que confluyen en torno al Roque Nublo) volvemos a tener más vistas, esta vez de casi todo el oeste de la Caldera y desde mayor altitud. Desde aquí se pueden contemplar el Roque Bentayga, la mesa de Acusa, Artenara, el lomo de la mesa de El Junquillo, la presa del Parralillo y La Aldea, entre otras cosas.

Foto ganadora del concurso de fotografía, 2º puesto.

Vista desde el Roque Nublo. David Morales.

Una vez que alcanzamos la plataforma del Roque Nublo (después de caminar unas dos horas desde La Culata), aprovechamos para descansar durante largo rato a la vez que comíamos, charlábamos, sacábamos fotos, etc.

Tercer camino: Roque Nublo – La Goleta

Este último camino del itinerario fue el más sencillo, puesto que aunque estábamos bastante cansados, el estado del camino es bueno, la dificultad baja y el tiempo aproximado de recorrido una media hora. Finalizado el itinerario, en La Goleta, la mayoría del grupo aprovechó para descansar un poco en lo que el resto íbamos a buscar los coches que habíamos dejado en la Degollada Becerra.

Conclusión

A juzgar por los comentarios de la gente que asistió al pateo, se puede decir que fue una actividad agradable y divertida para todos, con la cual creo y espero haber cubierto las expectativas del conjunto del grupo.

Asimismo, comentar también que se trata de un itinerario interesante ya que atraviesa una de las unidades geomorfológicas y geológicas más imponentes de la isla, la Caldera de Tejeda, la cual nos ofrece una gran variedad de geoformas, como escarpes, lomos, barrancos de distintas envergaduras (desde las barranqueras relativamente encajadas con mucha pendiente hasta el propio barranco de Tejeda – La Aldea), mesas (Acusa y Lomo de El Junquillo), roques (Nublo y Bentayga), etc.

Foto ganadora del concurso de fotografía, 1º puesto.

Atardecer desde la Degollada Becerra. Sebastián Santana.

Igualmente, nos ofrece unos paisajes agrícolas muy interesantes, donde abundan las laderas abancaladas, las infraestructuras hidráulicas, la adaptación del poblamiento a las necesidades de suelo para la actividad agrícola, etc.

Concurso de fotografía

El concurso de fotografía, idea mediante la cual se intenta integrar y hacer partícipes directos de esta actividad a todos lo asistentes que lo deseen, da la posibilidad de que cada persona presente la foto que más le guste de las que ha sacado para someterse a una votación con el resto de fotografías presentadas. Esta votación se hace online en este mismo blog. Las 3 fotos ganadoras son las que aparecen en este artículo. Accede a las fotos que se presentaron para el artículo de este pateo y las otras del album de fotos del blog.

Aparte de estas tres fotos ganadoras, hay otra que se pondrá de manera sistemática en todos los artículos de los pateos, que es la foto de grupo y no pasa por el concurso (ya que considero esencial que forme parte de estos artículos).


14 octubre, 2009

Primer pateo de una nueva etapa senderista

El domingo pasado, día 11 de octubre, comenzó una nueva etapa de senderismo tras la que impulsé hace unos 3 años y que algunos identifican con el nombre de pateo molón. Esa primera experiencia en organización de pateos se interrumpió a finales de 2006. Fue una época plagada de buenas experiencias, resultado de embarcarnos en pequeñas aventuras mediante las cuales íbamos conociendo nuestra isla de manera divertida. En esas actividades se conoció muchísima gente y se vivieron momentos inolvidables.

Ahora, después de un parón de más de dos años, me he decidido a retomar el senderismo mediante pateos organizados, con el fin de conocer la isla, conocer gente y pasarlo bien.

Después de esta pequeña introducción, expondré una descripción del camino y relataré cómo fue la vivencia en general del primer pateo de esta nueva etapa, todo ello acompañado con algunas de las fotos que sacaron los/las senderistas que participaron.

A partir de hoy, para cada pateo organizado que se haga se publicará un artículo como este.

Pateo 1: Cruz de Tejeda – Teror
Este camino, de 11,6 km de recorrido (Guía de senderos de Gran Canaria, 1995), discurre por los municipios de Vega de San Mateo, Valleseco y Teror. Consta de 3 tramos: 1) Cruz de Tejeda – Cueva Corcho; 2) Cueva Corcho – El Lomo de la Rosa; 3) El Lomo de la Rosa – Teror.


Foto: Isabel López

El camino comienza en Cruz de Tejeda, exactamente donde están los nuevos aparcamientos asociados al propio parador. Desde ahí, la primera parte del tramo 1 se desarrolla en subida por la ladera noreste del Monte Constantino. Una vez se alcanza la degollada, cruzamos una carretera y continuamos bajando por el Barranco del Charquillo. Abordamos este barranco por la margen derecha, de marcada pendiente, para pasarnos más adelante a la margen izquierda, cruzando el cauce, donde la pendiente es más suave. Al final de este tramo encontramos el cruce de Cueva Corcho. Unos metros antes de llegar, nos encontramos con algunos castaños, bastante cargados, y zarzas moras que fueron la debilidad gastronómica de gran parte del grupo, obligándonos a parar durante unos minutos para dar cuenta de aquello.

Foto: Yamilé Sarmiento.

Tras pasar el cruce de Cueva Corcho nos introdujimos otra vez en el sendero, ya en el tramo 2, tras superar algo más de 40 metros por carretera, caminando ahora por la ladera noroeste del Barranquillo de Peñones hasta alcanzar el final de este interfluvio, desde donde se divisa de manera espectacular el Cortijo de Calderetas, un lugar donde parece haberse detenido el tiempo para mostrar al senderista actual algunas características de los antiguos paisajes rurales de las medianías grancanarias. Con esta expléndida vista decidimos parar y sentarnos entre los pinos para comer algo y descansar. Algunos senderistas aprovecharon el momento para ir en busca de castañas.

Foto: Sebas Santana.

Al terminar este descanso descendimos hacia el Cortijo de Calderetas, bordeándolo y tomando a continuación una serie de pistas de tierra y de hormigón para llegar de nuevo a la carretera, esta vez la que nos llevará hacia el final de este tramo en El Lomo de la Rosa o de Madrelagua, que alcanzamos a través de la propia carretera.

El tramo 3 se inicia con una bajada con la que entramos en el Barranco de Madrelagua. Al rato de estar descendiendo por aquí una de las senderistas tuvo un pequeño incidente, que pudo ser solventado con cierta rapidez y eficacia, restaurando la actividad tras esto. Tras la bajada alcanzamos el cauce del barranco, que atravesamos por un pequeño puente para luego subir por la ladera de enfrente hasta alcanzar una carretera. Esta carretera sigue bajando en suave pendiente por la ladera del barranco hasta que se abre un camino a la izquierda que baja hacia el cauce y volvemos a pasarnos a la margen izquierda del barranco. Desde aquí, seguimos caminando y atravesamos el núcleo de Las Rosadas para llegar a un cruce de carretera (Teror – Valleseco). Desde este punto, caminamos por la carretera hasta una pista de hormigón que se abre a la derecha, que se llama Cuesta de Los Estanques, la cual atraviesa Los Llanos y vuelve a desembocar en la carretera anterior, ya muy cerca de nuestro destino. Por último, se echa por unas callejuelas para llegar al propio núcleo de Teror.

Foto: Yamilé Sarmiento.

En conclusión, es un camino bastante agradable de hacer, el cual goza de unas vistas espectaculares a lo largo de su recorrido siendo, además, de dificultad baja. Es de destacar también las diferentes formaciones vegetales que atraviesa, como el pinar con sotobosque de escobones y otras especies, algunos castañares puntuales, y vegetación de laurisilva en el Barranco de Madrelagua. Por otro lado, hay que tener en cuenta que tiene algunos tramos en bajada relativamente pronunciada y que es un recorrido algo largo, pero que haciéndolo con tranquilidad y parando las veces que haga falta para descansar puede hacerse sin problema.